Ego te absolvo. El Radio 757
Yo, que no soy creyente, he descubierto una religión fantástica. Puedes cometer todos los pecados que quieras y te serán perdonados porque pecar está en tu naturaleza. Ni examen de conciencia, ni dolor de los pecados, cumplir penitencia alguna, ni, por supuesto, propósito de enmienda. Únicamente es preciso decirle los pecados al confesor, que sabe fehacientemente que te la sopla el desatino comtetido pero que te absolverá de todas maneras. Aún más, si encima le dices que en cuanto se presente la primera oportunidad vas a caer en la tentación alegre y satisfecho, lo mismo te receta otra absolución para que no tengas que molestarte en volver la próxima vez.
Becarios:
@rub457c
@MariaJoseBG91
Min. 02 Seg. 08 – Introducción
Min. 08 Seg. 34 – ¡Ene, qué risas hisimos…!
Min. 15 Seg. 54 – Academia de Lógica Sor Pellizquitos
Min. 22 Seg. 48 – Son lentejas
Min. 27 Seg. 33 – Parecido no es lo mismo
Min. 31 Seg. 42 – Una cualidad muy sobrevalorada
Min. 36 Seg. 26 – Unas disculpas de aquella manera
Min. 42 Seg. 20 – Vuelve El Termómetro
Clarence Gatemouth Brown
(Portland, OR 07/07/2002)
Instrumental
Strange Things Happen
Guitar In My Hand
Sunrise Cajun Style
Honey Boy
What A Shame
Instrumental
Acerca del autor
Richard Dees De joven, supe ser periodista. Después, quise olvidarme. O el Periodismo me olvidó a mí por no reunir las dotes adecuadas: pasilleo con navaja albaceteña oculta en el ego gigante. Ahora disfruto poniendo a los periodistas de la radio frente al espejo. Y lo que ven no les gusta, o creo que no debería gustarles, pero el ego, el suyo, ciega los ojos como el humo de la canción de los Platters.
Artículos relacionados
Una decisión crucial. El Radio 2.868 →
Siervos del Klan. El Radio 2.867 →
Corregir un error. El Radio 2.866 →
Pues desde luego no es la Católica la que has descubierto, porque el gran requisito para una buena confesión es la intención de volver a Dios con todo tu corazón, reconociendo tus pecados con verdadero dolor ante el sacerdote. Vamos, que sólo tendrías una cosa más de la que arrepentirte para la siguiente confesión.
Ésa que te resulta tan fantástica, parece más bien una secta dispuesta a aceptar como dogma lo que se le ocurra a un mundano Ser Superior…