Publicado el 25 de septiembre de 2014 | por Richard Dees
2Tomadura de pelo. El Radio 534
«Me río en tu cara», nos dicen, cual si fuesen un Rafa Mora de la vida. Así, sin disimulos, sin subterfuguios. «Me río en tu cara». Les importamos poco; nuestra opinión, aún menos. Instalados en su universo paralelo, el populacho vil del que formo/formamos parte sólo es un número, una estadística, una décima más o menos de share.
Sólo eso.
Becarios:
@SrGines
@Lola_McKennitt
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Min. 01 Seg. 52 – Introducción
Min. 07 Seg. 05 – Y además, cachondeo
Min. 13 Seg. 28 – Hermanos de infortunio
Min. 20 Seg. 13 – El incierto recambio
Min. 27 Seg. 13 – Algo hay que cambiar pero que siga todo igual
Min. 38 Seg. 31 – El jugador incógnito
Min. 44 Seg. 00 – Sin comentarios
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U2 – 11:00 Tick Tock (Boston 14-11-1981)
Joni Mitchell – Unchained Melody (Tokio 07-03-1983)
Led Zeppelin – Moby Dick (Dallas 04-03-1975)
Led Zeppelin – Whole Lotta Love [Medley] (Knebworth 11-08-1979)
Loreena McKennitt – Standing Stones (Ontario Sept 1992)
Estimado señor Dees,
Me considero su fan número uno, aunque no tanto al estilo de la enfermera Anne Wilkes hacía su adorado Paul Sheldon, de hecho puedo presumir de ser uno de sus «mecenas» y de escucharle desde sus inicios.
Aun siendo conocedor de su sempiterno aviso de que no hay que creer a nadie y menos a usted mismo, he de reclamarle un leve intento de manipulación en su último podcast número 534. Y aunque mantengo la esperanza de que se debe únicamente al becario que le pasó el audio, le comento que aunque obviamente no soy muy devoto de «Sor Pellizquitos», el comentario que hace sobre las butacas vacias en el partido contra el Elche en el programa «El Chiringuito» fué en realidad una broma, cosa que se apresuró a recalcarlo inmediatamente donde termina el corte de voz insertado en su El Radio de hoy. De ahí que el mismo se termine abruptamente como puede notar. Le invito a que lo busque y lo oiga completamente y luego se forme la idea final.
Lo siento pero cuando una cosa es justa, es justa y creo que para no caer en los mismos pecados que sus colegas los ciudadanos periodistas, esto se merecería una rectificación. ¿No cree usted?
Un saludo afectuoso.
Pues tienes toda la razón. Me dejé llevar por su línea pastoral habitual. Gracias