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Publicado el 29 de abril de 2015 | por Richard Dees

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Humo y ruido. El Radio 682


La manera más sencilla de ocultar un escándalo es revelar un escándalo aún mayor. Para desviar la atención de alguien, qué mejor que centrarla en un individuo o entidad de mayor relevancia informativa. Informo de que tal o cual va a recibir un castigo y, a la vez, deslizo que ese otro, sobre el que se centran habitualmente los focos de la prensa, puede correr la misma suerte. Nadie se fijará en el primero, todo girará en torno al segundo, y así lograré el perfecto camuflaje.

Becario:
@ElCondeDraco

Min. 01 Seg. 50 – Introducción
Min. 06 Seg. 51 – Cortinas de humo blanco
Min. 20 Seg. 49 – No sabemos nada pero especulamos todo
Min. 29 Seg. 52 – Mas vale echar mano de la prudencia
Min. 39 Seg. 33 – Noticias, rumores y runrrunes

Joni Mitchell – Cotton Avenue (Red Rocks 30/07/1983)
Seasick Steve – Never Go West > Baby Please Don’t Go (Peer 20/07/2014)
Elbow – One Day Like This (Stradbally Hall 02/09/2012)
The Black Crowes – Remedy (Londres 29/01/1995)
Warren Haynes – Sister Justice (Boston 29/11/1983)

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Acerca del autor

De joven, supe ser periodista. Después, quise olvidarme. O el Periodismo me olvidó a mí por no reunir las dotes adecuadas: pasilleo con navaja albaceteña oculta en el ego gigante. Ahora disfruto poniendo a los periodistas de la radio frente al espejo. Y lo que ven no les gusta, o creo que no debería gustarles, pero el ego, el suyo, ciega los ojos como el humo de la canción de los Platters.



One Response to Humo y ruido. El Radio 682

  1. felix talavera says:

    Los intereses bastardos de los que hablaba «el panocha» se demuestran en cada palabra que sueltan los «ciudadanos periodistas».
    La distancia entre la prensa y los madridistas cada vez es más grande.
    Cada día pierden más oyentes, lectores y televidentes, y no sólo entre los madridistas, es imposible tragar más mierda.
    Es un suicidio empresarial.
    Los kermit, mini lama y cía. Que se supone que son el futuro del periodismo deportivo, son o serán aún peores que sus maestros, y aún peores que el «maestro de maestros».
    Qué es lo que nos espera?

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